domingo, 7 de diciembre de 2014

Mi fotorrelato en los medios.

Y otro día más, me presento ante vosotros con una nueva tarea que ya conocéis: ¡el fotorrelato! Hace una semana que dejé por aquí el storyboard, como vais a ver he cambiado algunas escenas, porque al final lo hice en la capital en lugar de en mi pueblo, y quité los trofeos. Bueno, os lo dejo por aquí. ¡Qué emoción, qué emoción!


Ingredientes no falten, y trampa adelante.

Recomiendo verlo antes, y leer la sinopsis después. Decidí no utilizar palabras para enfatizar las fotografías e intentar conectarlas unas con otras, sin dejar nada atrás. Creo que se entiende bien el mensaje, aunque al final me animé a añadir los folletos, para explicar ciertos detallitos que no sabía como solventar. Por cierto, elegí que no se vieran caras porque no quería que los rostros fueran protagonistas en ningún momento.  Bueno, echad un ojo:

 

El fotorrelato narra lo ocurrido durante el concurso anual de pasta Italiana. Una participante lleva años arrasando con la misma receta, llevándose a los demás platos por delante. Esto acaba cuando otro participante, cansado de no ganar, decide colarse en la casa del imbatible ganador y dar un toque especial a su receta, quedando la veterana fuera del concurso. Finalmente, el saboteador se proclama victorioso este año.

También quiero dar las gracias a mis ayudantes:
Bells por prestarme su barrio, a su hermana, Irene, su casa y su portal.
A Irene por pasear unas diez veces sin parar mientras yo hacía fotos.
A Anabel por su: "¡Mi casa está libre a las cinco!" y presentarnos tres personas allí, Carmen, Bells y yo, para simular un, muy pobre, concurso de cocina.
A Carmen por su tiempo invertido en bici para moverse a casa de Anabel e irnos luego al cine. (Ya que se queda, se aprovecha)
A Verdón, Andrés y Pineda por hacerme perder media hora creaciones de ticks rojos y equis verdes, fotos inválidas (que no son pocas) y ganarme ese tiempo en risas más el regalito que me hicieron ese día.

Y un saludo muy especial a Rémy, la rata meona de Anabel (se me hizo pis encima dos veces en cinco minutos) que aparece en una de las viñetas como guiño a Ratatouille, película de Pixar. ¿La habéis visto en la viñeta?

Mi dossier fotográfico

¡Muy buenas escasos lectores! Hoy vengo a mostraros otra de las tareas para cultura adiovisual. Sí, siempre me paso para dejar lo mismo, ¡pero traigo una buena noticia! El día 13 de este mes, sábado, tengo los exámenes y estoy muy nervioso. Con lo de entrar un mes antes he dejado asignaturas aparcadas y ahora corro para acabar todas las que pueda. No debería estar escribiendo esto, ya que pierdo unos minutos que podría utilizar para darle el toque final a la fotonovela, pero que diantres. Voy al grano: ¡Prometo que el día 14 tendréis el análisis de Child of Light! Que sé que no lo habéis jugado y no puedo consideraros mis amigos sin ello (ejem, Gema, ejem). Sin más preámbulos, os dejo con la próxima tarea.


¡Fotos a tutiplén!

Han sido unos días ajetreados y apenas he conseguido sacar tiempo para hacer fotos, así que he de admitir que he hecho trampas: he usado algunas fotos que ya tenía, principalmente las de la feriamedieval, que reconoceréis enseguida, y algunas en blanco y negro. Aún así, creo que ha quedado un trabajo bueno, aunque haya algunas fotografías que no me agraden, conociendo de lo que soy capaz. He utilizado a mi pequeña compañera, que compré ahorrando y mirando día a día si rebajaban (la acabé comprano un 50% más barata) una Nikon 3100. Realizar la tarea ha sido pan comida, exepto por la falta de tiempo, que me ha jugado malas pasadas y ha hecho que el resultado sea inferior a lo esperado. Otra cosa que me ha tocado la moral es, que al subirlo a Slideshare, las imágenes han perdido una calidad tremenda y hay algunas que se pixelan o no se ve la información con claridad.


En cuanto al fotógrafo que he seleccionado, el afortunado ha sido Karl Blossfeldt.
La razón es bastante simple: yo siempre me había dedicado a hacer fotografía a detalles, rozando el misterio y las cosas extrañas. Esto lo aprendí en un curso fotográfico, "mirar para ver", que hice hace un año, impartido por la fotográfa y artísta Soma y Luz. Viendo mis fotografías y seleccionando algunas de las suyas, me dijo una cosa que nunca olvidaré: "Tú te mueves por buen camino, muestras al público cosas que no son fáciles de percibir a simple vista y que hacen que se queden mirando la foto pensando que es lo que ve". Todo sería perfecto si no hubiera añadido después que no sabía muy bien como mostrarlo, y después de tanto tiempo, me sigue constado mostrar esas cosas. Durante el curso me moví por un camino totalmente diferente, llegando a hacer la fotografía que véis en la presentación como contraluz y la elegida personalmente. Ella me dijo que había hecho un gran trabajo, que aquellas fotpgrafías, en especial la de los galgos en el campo, dejaban volar la imaginación de la persona que mira, queriendo llegarse a preguntar que pasó antes y después de la fotografía.
Después de haber recordado un poco esos tiempo, volveré al tema del autor elegido. Dicen que el primer síntoma para hacerse viejo es recordar el pasado, y yo últimamente lo recuerdo demasiado.
Elegí a Karl Blossfeldt porque, mucho de lo que he visto de él, han sido planos de detalles sobre plantas, algo que a mí me gusta mucho hacer. No sólo con flores, si no acercarme al cualquier mímino detalle y pulsar el disparador de la cámara. Me despido dejándoos cuatro fotografías para que lo veáis y explicando una de ella, casualidades. La he llamado así porque, mientras hacía fotos a la flor, apareció una mosca de su interior en la fotografía que ni yo mismo vi en su momento. ¡Espero que os guste!
Detalle de un festival
Hojas a la luz de una farola
Casualidades
Guerra de cristal